(Extracto de la noticia publicada por José Antonio Moya en La Verdad)
Sufrió una cornada de doce centímetros que afecta a la vena safena de su muslo derecho y fue operado en la enfermería de la plaza para luego ser trasladado a la Arrixaca donde permanece ingresado.
El novillero ciezano Francisco Montiel resultó ayer cogido de gravedad en Calasparra al entrar a matar al segundo de su lote. En el embroque el astado prendió al espada por el muslo derecho. Lo mantuvo en el aire. Trasladado a la enfermería de la plaza fue operado de urgencia en el coso por el jefe de los Servicios Médicos de dicha enfermería y trasladado posteriormente a la Residencia Sanitaria Virgen de la Arrixaca.
El parte médico reza: Herida por asta de toro en muslo derecho con una profundidad de doce centímetros que afecta a la vena safena y paquete muscular, así como contusión en pómulo derecho. Pronóstico grave según el doctor Ayllón.
Joaquín López Ríos, apoderado del torero, comentó ayer desde la Arrixaca que «Montiel tiene buen aspecto y no presenta fiebre. Los doctores han decidido que pase la noche en observación y, probablemente, mañana -por hoy- sea trasladado a planta». Montiel está gafado en Calasparra, puesto que el pasado año en el mismo ciclo, un novillo le rompió el tobillo en otra cogida espectacular.
Los novillos que envió Ramón Sánchez tenían hechuras de toros de plaza de primera y unas cabezas para cortar el aliento. Eran enormes de tamaño, alguno fuera de tipo. Además, no eran fáciles. El que más y el que menos tenía «guasa». Así, había que estar muy puesto para poderles y lucirse.
Montiel salvó la papeleta de su primero sin descomponerse, que ya es hacer, e intentó torear al quinto y, en fases, lo consiguió, hasta que al entrar a matar el burel lo cazó.
Román Pérez venía precedido de una fama que no sacó a relucir. Tiene toda la apariencia de estar verde para meterse en una feria de esta responsabilidad, con la plaza cuajada y con este tipo de ganado.