El pasado jueves se cerró una página de la historia reciente de Calasparra, la de su Plaza de Abastos, cuyos restos fueron definitivamente retirados. En lo que antaño fue centro de la vida comercial de Calasparra, hoy vemos un solar. La Plaza de abastos inició sus obras en 1.947 siendo alcalde José Alix Martínez. Desde entonces el conocido como “mercado” había sufrido continuas reformas hasta llegar a sus días de esplendor, en la década de los noventa, donde más de cuarenta puestos dedicados a la alimentación abrían al público cada mañana, hasta que una de esas mañanas, la de un viernes, concretamente un 5 de octubre de 2001, a las 5 de la mañana aproximadamente el reloj se paró, su estructura cedió y se desplomó. Por aquel entonces los técnicos apuntaron a un posible fallo del terreno. Construida sobre un barranco rellenado con cascote, la Plaza de Abastos no resistió más. Los comerciantes allí instalados recuerdan como si fuera ayer el desastre que podía haber acabado en tragedia por poco, ya que el desplome sucedió un viernes, día de mercado semanal, dos horas antes de que la Plaza iniciara su actividad. Los comerciantes, hoy dispersados por la localidad, se despertaron con la noticia de que habían perdido sus negocios, muchas preguntas surgieron entonces, y Calasparra perdió su Plaza de Abastos.
El emblemático edificio acogió en su día las primeras ferias de artesanía de Calasparra y fue el centro de la vida comercial del municipio. El pabellón contaba con un anexo dedicado a la Biblioteca Municipal que más tarde pasó a ser sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calasparra. El reloj, instalado de su fachada, dio la hora durante todos esos años a los calasparreños. Afortunadamente se salvó del derrumbe y hoy cuelga de la fachada interna del Colegio Público Nuestra Señora de la Esperanza.
Hoy los calasparreños que pasan por el solar que ocupaba el antiguo mercado lo miran con nostalgia y esperan ver resurgir en él los nuevos Ayuntamiento y Auditorio, como ha anunciado el Consistorio.
Precisamente el Concejal de Urbanismo, José Vélez, ha confirmado que una vez realizados todos los estudios geotécnicos correspondientes del terreno, el Ayuntamiento procedía esta semana al derribo total del edificio para que el solar pueda ser utilizado como zona de aparcamiento, en tanto no se inicien las obras del nuevo Ayuntamiento y Auditorio, que por ahora no tienen fecha de comienzo.
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