Desde la madrugada del pasado martes, 20 de abril, los trabajadores de Conservas Fernández, hasta el día de hoy, siguen apostados a las puertas de la factoría para impedir que Cofrusa, saque la mercancía que aún permanece en el interior de la nave. Las continuas llegadas de camiones para retirar el material de la conservera, han provocado que los trabajadores ideen un sistema de turnos, durante las 24 horas del día, para que la entrada a la fábrica permanezca vigilada constantemente. Tal el así, que ninguno de los camiones que intentan entrar a por la conserva puede llevársela. Un esfuerzo extra al que se enfrentan, cada día, alrededor de 200 personas afectadas por el Expediente de Regulación de Empleo que las dejó en la calle. Y parece que las cosas no van a cambiar, ya que tanto la maquinaria como la conserva sirve a los empleados como garantía para el cobro de las indemnizaciones que la empresa les debe, desde hace un año, a muchos de ellos.
Respecto al proceso judicial en el que está inmerso la factoría, sobre el embargo preventivo, habrá que esperar hasta el miércoles o jueves para conocer una resolución definitiva que acabe con está situación tan lamentable y que tanto daño está causando a los trabajadores y al pueblo de Calasparra.
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