Los novillos de San Miguel han protagonizado esta mañana un encierro rápido y sin heridos. Un encierro, el segundo de feria, marcado por los resbalones de los astados a mitad de carrera. Tras los cánticos de los mozos pidiendo protección a la Virgen de la Esperanza, a las 10 en punto se abrían las puertas de los corrales dejando paso a la manada. Novillos y mansos han ido separando distancias hasta llegar por separado al coso.
El encierro ha sido seguido por miles de personas apostadas a lo largo de los 923 metros que separan los corrales de la Plaza de Toros en un ambiente festivo y taurino que va en aumento.
Incidencias en la puerta de la Plaza de Toros
Lo más reseñable del encierro de hoy ha sido la incidencia registrada a la entrada a la Plaza de Toros. El personal de seguridad de la Plaza cerraba la puerta de ésta tras el paso de los novillos, por lo que los corredores que iban justo detrás se han visto precisados para esquivar a los mansos que les precedían y que han arrancado el marco de una de las puertas de acceso al coso. El edil de Seguridad del Ayuntamiento de Calasparra, José Vélez, ha manifestado que las puertas se cierran con celeridad por seguridad, para evitar que los novillos puedan retroceder y salir.