Se afianza el Festival de Música Antigua Villa de Calasparra que quedaba clausurado el pasado sábado y que en esta su séptima edición ha vuelto a acercar al público los sonidos poco habituales del Barroco y del Renacimiento.
Para esta edición la organización programaba dos conciertos. En el primero de ellos el organista Andrés Cea ha repasado, fundamentalmente, la música del insigne compositor Antonio de Cabezón a través de un órgano réplica del siglo XVI difícil de tocar ante un público que llenó la ermita de los Santos Mártires ávido de delicias musicales y que pone de relieve el interés por este tipo de música.
El segundo concierto se ha desarrollado en torno a uno de los espacios históricos más emblemáticos del municipio. El anfiteatro del Castillo de San Juan ha sido el escenario para el grupo «La Danserye» que ha propuesto para esta edición un programa de música popular rescatada de los siglos XVI y XVII. Una velada que resultó muy interesante para el público por conjugar música, historia, danza y arte a través de una cuidada puesta en escena con una pareja de danzantes, de la que ha formado parte la bailarina y coreógrafa Eva Narejos, la esmerada indumentaria de La Danserye, y los facsímiles de las partituras. Una noche de ensueño.
El director de La Danserye, Fernando Pérez Valera, ha dicho hoy en Radio Calasparra que el Festival continúa creciendo y se ha mostrado muy satisfecho con la edición de este año «hemos tratado de acercar variedad instrumental durante estos años y lo hemos logrado. Esperamos poder realizar en futuras ediciones actividades paralelas como talleres y conferencias pero todo dependerá de la financiación».
Ayuntamiento de Calasparra, Asociación cultural Odecathon y la colaboración de la hermandad de los Santos Mártires, San Abdón y San Senén, y el patrocinio de la Fundación Cajamurcia, del Ayuntamiento y de la empresa VMAIN, han hecho posible la edición de este año.
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