Calasparra despide sus tradicionales fiestas de los Santos hasta el año que viene con la esperanza de que las rogativas a San Abdón y San Senén no caigan en saco roto y protejan las cosechas de todo mal. Han sido diez días que han sumido al municipio en alegría y celebración desde el pasado 19 de julio cuando el pregón pronunciado por José Ángel Moya, y acompañado por el Coro Rociero de Calasparra, abría la programación.
El Cuervarrozck, el Festival de Música Antigua Villa de Calasparra, la actuación de Drilo Tour, la Noche de las Migas, la ofrenda floral, el Gran Prix Taurino, la Banda de Música con su Diana Floreada y su broche de oro en forma de pasodobles y el festejo taurino, entre otros eventos, quedan ya en la memoria de los calasparreños.
Si ayer era la charanga Los Cumbancheros, y peñas como «Los Escándalos», «La Diana», «Glóbulos Rojos» o «El Barril» se hacía con la pista de baile de la verbena en la Noche de los Santos, hoy «Los pijoteros» toman el relevo, pero sin variar partitura: «Paquito el Chocolatero». Si ayer era el concurso de carrozas, hoy se busca el talento entre los jóvenes peñistas al grito de «tu peña sí que vale». Si ayer los jóvenes acababan dándose un baño en la Fuente de la Corredera, hoy se refugian en las «carpas» con sus decibelios «a tope». Surgen nuevas propuestas y peñas que toman el reemplazo pero con la misma ilusión y entusiasmo de conservar las tradiciones del municipio.
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