El cura párroco de Calasparra, D. Julián Marín Torrecilla, ha estado esta semana en Radio Calaspara donde ha anunciado que abandonará esta parroquia el próximo 5 de octubre para incorporarse a las misiones en Honduras. A sus 73 años, Don Julián, como se le conoce en Calasparra, y nacido en Barranda, ha decidido, por petición propia, trasladarse a un destino que ya conoce y que ha definido como «difícil e incluso peligroso, muy distinto al actual». «Mi labor allí, fundamentalmente, será la de ayudar a las personas, especialmente a los jóvenes, a reconducir sus vidas. En Honduras la pobreza no es lo único a erradicar, la violencia es una grave amenaza».
Durante los once años que ha permanecido en Calasparra ha sido, además de párroco, pregonero de las fiestas en honor a la Virgen de la Esperanza, de los Santos Mártires, y de la Semana Santa, lo que da una idea del grado de implicación con el que ya es su pueblo. Entusiasta de la Virgen de la Esperanza, dice que ha sido lo mejor de su paso por el municipio, «poder servirla en su Santuario ha sido lo más gratificante para mi». Un lugar que piensa visitar siempre que pueda.
Se va, dice ,con un buen sabor de boca y con la tranquilidad de haber cumplido con su misión aquí «pienso que se ha agotado todo lo que podía ofrecer a Calasparra y es momento de ideas renovadas», ha manifestado. Para su sustituto , D. José Manuel Martínez Rosique, un consejo, «que se mantenga ajeno a habladurías y trabaje con el corazón».
Los vecinos de Calasparra tendrán siempre hueco para él.
El 5 de octubre D. Julián Marín Torrecilla será sustituido por D. José Manuel Martínez Rosique, de 45 años, que llega desde la Parroquia San Ginés de la Jara de Cartagena.