Con sus claros y oscuros, con sus luces y sombras, las procesiones de la Semana Santa de Calasparra terminaban el domingo de resurrección dejando atrás imágenes únicas, devoción y emociones a flor de piel.
Desde que fuera presentada la nueva directiva del Cabildo Superior de Cofradías de Semana Santa, el pasado 4 de febrero, han sido numerosos los actos que se han ido sucediendo. La presentación del cartel anunciador, el pregón, la entrega del Nazareno de Oro y del Cofrade del Año, los actos litúrgicos y las procesiones.
En la cara de la moneda, la unión de las cofradías, que este año ha quedado más patente que nunca, y el esmero de las cofradías por cuidar los detalles. En la cruz, el fantasma de la falta de anderos para sacar los tronos que ha vuelto a planear sobre la Semana Santa, haciéndose patente en las procesiones de Viernes Santo. Las cofradías, que ahora tendrán que valorar la Semana Santa 2016, ya empiezan a pensar en el 2017.
Para cerrar los actos, el próximo domingo 3 de abril el Ecce-Homo será trasladado a su ermita, dando paso a un día de celebración para la cofradía.
WhatsApp Ayuntamiento