Dícese que apariencia es aquella actitud de personas o cosas ante el exterior. Dicho esto me van a dejar que les cuente unas cuantas apariencias de que lo que vi ayer.
Apariencia de llenar el tendido. Aparentemente eso íbamos a hacer antes de empezar la feria pero al final y aparentemente no va a se así. Habra que hacérselo mirar.
Apariencia de novillos de acuarela. Todo por fuera y muy poquito por dentro nos dejaron los novillos de Peñajara, de presentación y hechuras de toros y los los bielos como gustan en Calasparra, pero aunque nuestra apariencia era buena en el arrastre todo quedo en casi nada.
Apariencia de novilleros que se comen el mundo. Dicen que en el género humano hay algo que no se puede ocultar y eso es el miedo, la inseguridad. Eso se nota hasta andando y ayer aunque había apariencia de comerse el mundo se paso algún que otro trago malo.
Tras su gran actuación, cogió la sustitución de Leo Veladez el ceheginero David Fernández, el cual tuvo que lidiar el sobrero, también de Peñajara, ya que el novillo titular fue devuelto a los corrales. Muy variado de capote, ya con la muleta lo intentó con esa madurez a la que ayer hacía referencia, con los pies muy sentados en el suelo, pero la falta de fuerzas de su oponente le impidieron arrancar a un público que a esas horas soportaba 40 grados a la sombra. Estocada tras pinchazo y ovación más al esfuerzo que a la faena.
En el cuarto y segundo de su lote, Carlos Pacheco nos volvió a brindar un buen tercio de banderillas. Firmeza de nuevo, David esta fuerte y centrado, “gran noticia”. Estocada baja y de nuevo ovación.
Gran recibo de capote del venezolano Jesús Enrique Colombo para abrir su turno. Colombo cogió los palos para poner tres grandes pares de banderillas. La intensidad iba subiendo. Faltó fondo al novillo con la muleta y las tandas no tenían continuidad. Lo despachó con un estoconazo sin puntilla. Oreja con fuerte petición de la segunda. “Esto es Calasparra”.
Esto quizá hizo que en su segundo saliera a comerse hasta el palco.
De nuevo variado de capote y un gran tercio de banderillas y al faena volvia a subir de tono. Estuvo, como se dice en el argot, en novillero pero de nuevo la falta de fuerzas y fondo de su oponente premió más la actitud que el buen toreo. Estocada y descabello fulminante. Ahora el público volvió a pedir la oreja y eso le valió la puerta grande.
Llegó el tercero y con él, el mejor puyazo de la tarde ejecutado por Rafael Martín. José Cabrera también pareó a su oponente con variedad, seguridad, si bien se le notó los poquitos festejos acumulados con caballos. Las dudas y la falta de profundidad de su oponente, “un tío”, hicieron que su actuación fuera silenciada.
En su sexto, su actuación también fue silenciada. A esas horas ya se había juntado el auténtico protagonista de la tarde, “el sol”, la apariencia de bravura del morlaco y las dudas.
…. Y es que aparentemente, lo pasamos bien.
FICHA:
Plaza de toros de La Caverina. 3ª de la XXVII Feria del Arroz.
Novillos de Peñajara , fuertes, con hechuras de toro, deslucidos y sin fondo. Media plaza.
David Fernández, ovación y ovación tras petición.
Jesús Enrique Colombo, oreja con fuerte petición de segunda y dos vueltas al ruedo, y oreja.
José Cabrera, silencio en ambos. *Sustituía a Leo Veladez.
Crónica: José Martínez, Letras.Fotos: Raspa.
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