En algo casi mágico se convertía el pasado viernes el concierto ofrecido por los hermanos Pedro y Fernando Gómez Martínez, acompañados a la percusión por Ángel Rodríguez. Los músicos se unían a beneficio de la restauración de los salones parroquiales, para lo que contaron con la colaboración del Ayuntamiento de Calasparra, Sonido Profesional Mangas e IBERPIANO.
A partir de solo tres notas, elegidas por el público que llenó el auditorio municipal, los músicos fueron capaces de componer e improvisar temas que iban del Jazz, pasando por los cautivadores sonidos de Beethoven, los enigmáticos acordes de Debussy, o los animados pasodobles, entre otros. El genio inspirador les fue favorable esa noche y las musas revolotearon por la sala sin darles tregua. Talento y maestría a dos pianos, que terminó con un diálogo a tres bandas inspirado en el lenguaje universal de la música. El público, puesto en pie, se quedó con ganas de más y la formación, surgida expresamente para la ocasión, bien podría pensarse en serio lo de buscar un nombre. Al público ya lo tienen.