Un toro rezagado ha originado un gran revuelo en el quinto encierro de Calasparra, protagonizado hoy por unos astados de Ana Romero, encaste Santa Coloma, de imponentes hechuras y excelente presentación, que se han apoderado del asfalto nada más salir desde la plaza de la Constitución. Tras el cohete, que cada mañana lanza religiosamente Eulalio, y que viene acompañado de un disciplinado y estudiado ritual, la manada ha salido de los corrales dejando atrás a un novillo.
En la calle Mayor, donde hoy se han visto más corredores, los cabestros guiaban la manada. Pero desde la mitad de la calle ha habido una pugna. Ya en la calle Ordoñez, los toros han dejado claro que lo suyo es correr cuesta arriba y han tomado un trote vertiginoso, al tiempo que han ido marcando derrotes y búsquedas a ambos lados. En la recta final, los novillos han ido escoltando a los mansos hasta que, definitivamente, ha sido un Ana Romero el que ha acabado saliendo en la foto finish. Por último, el novillo rezagado ha sido el último en atravesar la puerta de la plaza de toros. No sin antes causar algún susto y cebarse con el vallado. La rápida intervención de los pastores, y de algunos corredores, ha evitado males mayores.
Encierros como el de hoy recuerdan la importancia de respetar las normas, especialmente aquellas que tienen que ver con no incitar a los novillos y no saltar al recorrido si no se ha lanzado el correspondiente cohete que marca el final.
Por lo demás, el encierro no ha registrado ningún herido y ha durado 3 minutos hasta la plaza, ha informado la Policía Local.
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