El día 9 de junio del año 1289 el Rey Sancho IV de Castilla donó el Castillo de Calasparra a la Orden de San Juan de Jerusalén. Desde ése momento el Castillo de Calasparra sirvió como baluarte para la defensa del territorio y los pobladores de Calasparra de las continuas incursiones que los musulmanes del Reino de Granada hacían por estas tierras.
Sabemos que el Castillo de Calasparra es de origen musulmán y fueron éstos quienes lo construyeron puesto que estuvieron asentados en un núcleo de población situado en la zona que conocemos como la “ Villa Vieja “ durante los siglos XI – XIII. El lugar donde está construido el Castillo, la Serrata o Serratilla de San José, es un lugar estratégico en el que se divisan las entradas a Calasparra y además servía como atalaya defensiva.
Con el inicio de la invasión musulmana de la península ibérica en el año 711, casi al unísono, comenzó también el periodo histórico que conocemos como Reconquista, en el que los cristianos que no fueron sometidos por los musulmanes fueron ganando batallas y terreno al poder musulmán. En Calasparra la población cristiana pudo asentarse definitivamente a partir de la donación del Castillo de Calasparra en el año 1289.
Con el final de la Reconquista en el año 1492, los musulmanes dejaron de ser una amenaza y las poblaciones empezaron a crecer y expandirse. Sabemos que dentro de las murallas del Castillo de Calasparra habían “ casas y solares de casas “ tal y como lo menciona la Carta de Población de Calasparra del año 1412 – 1414, y esto era así porque cuando se producía una incursión militar musulmana por éstas tierras, la población se refugiaba dentro de las murallas del Castillo. Acabada la Reconquista, el Castillo de Calasparra dejó de tener una función defensiva y el Castillo se fue abandonando, expandiéndose la población fuera de sus murallas.
Desde el año 1289 hasta el final de la Reconquista en el año 1492, el Castillo tenía una guarnición militar para la defensa del territorio, y hay que destacar también la figura del Alcaide del Castillo, que era un representante militar del Comendador, cuando éste no se encontraba en la Villa, y era el encargado de defender el Castillo en ausencia del Comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén.
Tenemos varias noticias del Castillo de Calasparra que aparecen en las Visitas que realizaban los visitadores designados por la Orden de San Juan de Jerusalén para ver el estado de la Encomienda de Calasparra.
En el Archivo Municipal de Calasparra se conserva, por ejemplo, la visita a la Encomienda de Calasparra realizada en el año 1680. En esta visita aparece la siguiente anotación : “ …. Sus mercedes en seguimiento de dichas diligencias subieron al Castillo que tiene esta Encomienda que está por encima de la villa. Lo hallan sus mercedes bien reparado y trastejado y porque es así mandaron sus mercedes se ponga por diligencia y firmaron….” .
En otros autos de reconocimiento de la Encomienda del año 1751 conservados en el Archivo Municipal de Calasparra aparece la siguiente anotación del Castillo de Calasparra: “ … sus mercedes asistidos de dicho perito y del presente notario, pasaron a la eminencia del cerro donde se hallan las casas castillo de esta villa, las que habiéndose reconocido por dicho perito dijo necesitarse de ponerle una puerta mediana en su entrada para precaver de que algunas personas no tengan facilidad de entrar en él y cuidar el que anden haciendo hoyos en su centro, como se reconocía que al parecer los habían hecho como en busca de tesoros, por la contingencia que en ello se puede seguir de alguna ruina, como también de haber arrancado de quicio la puerta que servía en la entrada a dichas casas castillo, y asimismo reparar algo el entresuelo de la cámara de dicho castillo “.
WhatsApp Ayuntamiento