Esta mañana, la alcaldesa de Calasparra Teresa García, la concejala de Turismo y Patrimonio, Débora Cassinello y el concejal de Cultura y Seguridad Ciudadana, Antonio Merino han presentado el Plan de Salvaguarda de los Abrigos del Pozo, un documento en cuya redacción han colaborado un nutrido y destacado equipo científico de alcance internacional, en el que se abordan todas las cuestiones relativas a la conservación preventiva del conjunto prehistórico y posibles respuestas en caso de que se produzcan alteraciones catastróficas. También identifica las medidas de autoprotección de visitantes y guías. En el documento se establece, por último, la implementación de estas medidas en Plan de Emergencias municipal de Calasparra.
Los abrigos del pozo de Calasparra están clasificados como Bien de Interés Cultural, la figura de máxima protección existente en España y también están incluidos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, máxima expresión internacional de la catalogación y preservación de sitios de importancia cultural o natural excepcional, dentro del Bien Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
Para su confección, el Ayuntamiento de Calasparra solicitó y obtuvo una subvención de la secretaria de estado de cultura y su redacción se trata de una iniciativa pionera en España en lo que se refiere a la confección de planes de salvaguarda de arte rupestre.
Los bienes culturales de toda naturaleza, como los Abrigos del Pozo, son muy vulnerables y deben ser protegidos, disfrutados y legados a las generaciones futuras. Históricamente, las acciones vandálicas, las guerras y las catástrofes naturales han alterado el patrimonio, aunque los recientes incendios acaecidos en Nôtre dame de parís y en el museo nacional de Brasil han puesto de manifiesto estas debilidades y la destrucción de bienes de valor incalculable que llevan aparejada. Desde entonces, los países europeos han priorizado la redacción de planes de salvaguarda antes de las intervenciones materiales sobre el patrimonio cultural.