El clarinete es un instrumento musical de la familia de viento-madera, que consta de una boquilla con caña simple. El nombre proviene del término clarino, que se usaba antiguamente para referirse a trompeta natural empleada en su registro más agudo. Su sonido es rico en matices y en posibilidades expresivas.
Las partes que conforman el clarinete son:
Boquilla: es la pieza donde va colocada la caña y el instrumentista coloca la boca para realizar la embocadura.
Barrilete: es el elemento que articula la boquilla con el cuerpo superior del instrumento.
Cuerpo superior: es donde se coloca la mano izquierda al tocar y posee parte del mecanismo del instrumento.
Cuerpo inferior: es donde se coloca la mano derecha al tocar y posee parte del mecanismo del instrumento.
Campana: Situada en la parte inferior y cumple una función acústica que permite la proyección del sonido durante la ejecución.
¿Qué lograremos durante los 4 cursos?
Adoptar una posición corporal que permita respirar con naturalidad, que favorezca una colocación adecuada del instrumento y la coordinación entre ambas manos.
Controlar el aire mediante la interacción de diferentes musculaturas, de manera que posibilite la emisión correcta, la afinación y la articulación del sonido.
Demostrar una sensibilidad auditiva que permita el control permanente de la afinación y el perfeccionamiento de la calidad sonora.
Conocer las características y posibilidades sonoras del instrumento y utilizarlas en la interpretación del repertorio.
Emitir un sonido estable, en la extensión conocida del instrumento.
Utilizar una técnica instrumental básica.
Adquirir el hábito del análisis, aplicando conceptos formales básicos.
Leer textos musicales escritos para el instrumento propio y realizarlos en el mismo.