Los agricultores del campo de la Región y parte de Valencia van a tener una preocupación menos para mediados del 2009. Será entonces cuando la planta de reciclaje de residuos vegetales que la firma Tara está construyendo en el paraje Los Pontones esté a pleno rendimiento. La instalación, presentada ayer, será capaz de procesar 250.000 toneladas de desechos procedentes del campo y la industria conservera de la Región.
Lo que a la entrada serán desechos, a la salida de la planta se convertirá en pienso para animales y en combustible para biodiésel. Además, la instalación tiene previsto generar de esos residuos 0,2 hectómetros cúbicos de agua que cederá a la Zona I del Trasvase Tajo-Segura a través de un convenio con el Ayuntamiento de Calasparra.
Esta agua no tendrá coste alguno para los agricultores, que sin embargo tendrán que pagar -junto a los empresarios- una tasa de 7,25 euros por tonelada.
Los beneficios que la infraestructura dará a la comarca no acaban ahí. Tara anunció que la planta generará directamente 30 empleos, y de forma indirecta -a través de los conductores de los camiones que recogeran la materia prima- otros 100, amén de impuestos que revertirán en las arcas municipales.
Energía de poda
A partir de septiembre, Tara iniciará la recogida de desperdicios de poda. Las ramas se compactarán y -tras ser quemadas- generarán energía eléctrica a través de procesos de biomasa. La firma asegura que está en conversaciones con la Comunidad Autónoma para lograr una línea de ayudas para poner en marcha su nueva instalación.
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