Antiguos alumnos, amigos y familiares se reunieron el pasado viernes en el Cine Rosales para celebrar la jubilación del maestro Roque Moya

Quienes entraran al Cine Rosales por equivocación el pasado viernes por la noche y vieran a las personas que allí se encontraban, difícilmente hubieran adivinado qué nexo de unión tenían y qué estaban celebrando. Y es que el Cine Rosales congregó el pasado viernes a varias generaciones de personas de lo más variopinto, con un punto en común, el maestro Roque Moya, Roque Pepino para los amigos. Roque Moya, maestro durante 37 años, se despedía de la docencia, dejando atrás recuerdos, anécdotas, momentos menos buenos, pero sobre todo muy buenos. Roque comenzó a impartir clases con 23 años y ha pasado por todos los colegios de la localidad, incluida la Escuela “25 Años de Paz”, y a excepción del Sagrado Corazón. Maestro, fundamentalmente de Educación Física, a sus  60? años  deja su trabajo de maestro para dedicarse a lo que más le gusta, cantar, cazar, pasear y charlar. El pasado viernes invitó a todos sus antiguos alumnos, algunos de los que estaban allí fueron pupilos suyos con tan solo 4 años, a una gran fiesta en el Cine Rosales donde no faltó la música, su gran pasión. Tampoco faltaron amigos y familiares que recordaron tiempos pasados.
Felicidades Roque.