Año a año, la tranquila Calasparra se ve asediada, durante un par de días, por centenares de amantes del rock que acuden allí a poder ver en directo a sus grupos favoritos. Y lo cierto es que cada edición, el pueblo les acoge con los brazos abiertos, como el que espera recolectar los frutos de un año de trabajo.
Esta combinación de ambiente rural y rock, esta sensación de que estamos ante una cosecha de música que va mejorando año a año nos lleva al concepto elegido para el 2010:
Cuervarrozk: Cultivando rock desde 1999
Con la imagen de un calasparreño subido a un tractor que echa fuego y el “CUERVARROZK” convertido en onomatopeya, conseguimos transmitir ese concepto de unión de ambos mundos: rock y campo hermanados.
El diseño, resuelto en rojo y negro con colores planos aunque con cierto efecto quemado y desgastado, destaca por su contundencia y por la fuerza del concepto que representa. Su estética y su originalidad lo destacarán por encima del resto de carteles con los que competirá en las paredes de la ciudad.
Como vemos, estamos ante un cartel sencillo pero construido a partir de una idea que resume muy bien el espíritu de este festival: mimar el rock año a año, como si un producto de denominación de origen como el arroz se tratara.
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