Miles de personas acudían este viernes a la singular romería nocturna en el Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza. La celebración se ha convertido ya en un peregrinaje obligado para quienes quieren sentir el fervor y la devoción como en pocos lugares; el espacio de culto adquiere esa noche una dimensión única y sublime que convierte la experiencia en espiritual para unos, y religiosa para otros, pero de un profundo respeto para todos. La procesión de las antorchas se ha consolidado ya como uno de los momentos más especiales, singulares y profundos del año en el sagrado lugar. Antes de la procesión, era celebrada, junto a los arcos de entrada al Santuario, la misa presidida por la imagen de la patrona y dedicada este año a los mayores de la Residencia de Nuestra Señora de la Esperanza de Calasparra.
La velada terminó con la actuación de la cantante Celia Flores.
El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, asiste a la misa
El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, asistía este viernes a la misa en honor a la Virgen de la Esperanza de Calasparra celebrada con motivo de las fiestas patronales en honor a la patrona del municipio. La presidenta de la Mayordomía de la Fundación Santuario, Fulgen Sánchez, los concejales del Ayuntamiento de Calasparra, Antonio José Merino, Teresa García y María Marín; la directora general de Atención a la Diversidad y Calidad Educativa de la CARM, María de la Esperanza Moreno Reventós; la jueza de paz, Toñi Moya; el pregonero de la fiestas 2018 y presidente del Consejo Consultor de la Fundación Santuario, Rafael Cerro Izquierdo; la directora de la Residencia de Mayores Nuestra Señora de la Esperanza de Calasparra, Ana Elena Zapata; miembros de la Mayordomía y el Consejo Consultor y representantes de distintas entidades locales y regionales, se encontraban entre los presentes en la misa que estuvo presidida por el vicario Jesús Aguilar Mondéjar con la participación del capellán del Santuario y párroco de San Pedro Apóstol de Calasparra, José Manuel Martínez Rosique, y el sacerdote Julián Marín Torrecilla. La Rondalla del Club de la Tercera Edad acompañó la misa con un tradicional repertorio de música huertana y religiosa.
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