Pepín Liria y José María Manzanares cortaron un trofeo cada uno en una tarde con altibajos.
El sexto toro de la tarde era una sardina, pero las reses terciadas también caben. Al sacar a la res del caballo fue prendido y como consecuencia terminó en la enfermería el banderillero Juan José Trujillo, con esguince cervical, traumatismo craneal y conmoción cerebral, según el parte del doctor García Ayllón. Pasó al hospital comarcal de Caravaca con pronóstico reservado.
Uno de los participantes en la lidia comentó que se podía haber cuidado más la presentación del ganado, mientras otro, por la mañana en el sorteo, se quejaba de ganado grande para esta plaza, contrastes entre los que tienen dignidad y los que son ganaduros de los que le hacen poco bien a la fiesta. Desde luego algunas caras eran un poema.
Liria se sintió incómodo con su primero, un gazapón probón que dio pocas opciones. En el cuarto puso la voluntad y a fuerza de la misma arrancó un apéndice para no irse de vacío.
César Jiménez toreó con calidad al segundo de la tarde. Hay que tener en cuenta que el toro tenía todas las posibilidades del munco. Obedecía a los engaños y era lo que se denomina un carretón. En el quinto perdió el tiempo ante la cara del toro sin lograr momentos de calidad estimable. Fue un sinsentido de tandas, un ni fu ni fa, y dio lugar a que lo tocaran un aviso y en el fondo a aburrir a la concurrencia.
En cuanto a Manzanares instrumentó muy buenos lances al tercero de la tarde, por ambos pitones además, porque le tocó en suerte un toro acochinado que no repetí y al que había que sacarle los pases de uno en uno, y claro, así no hay ligazón posible, y nada deslumbrante realizó en el sexto, para poner fin a un festejo que tuvo más de corrida de fiesta mayor que de festejo para aficionados.
Dicho esto puede que la feria de septiembre sea exagerada, pero ganado como el de ayer no ayuda a consolidar una afición que quizás no debería pedir exageraciones pero sí un ganado serio que no de al traste con la fiesta. En el término medio puede estar la virtud.
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